Por Marco Herrera
Un réquiem para mi tío abuelo Oscar, primo hermano de mi padre y hermano de mi tía abuela Mila, ambos también fallecidos recientemente.
El tío Oscar, viajó por el mundo y me impregnó fabulosas historias africanas de sus días en Guinea Ecuatorial, en un proyecto de la Organización de Naciones Unidas (ONU), temas urbanos de sus días parisinos, los días de sol en Miami y sus delfines de acuarios.
Era un ingeniero de carreteras, hijo de un general de origen portugués, de apellido Pinto, gracias a quien publiqué mis primeros poemas en el periódico La Prensa Gráfica, a la edad de ocho años.
El tío Oscar, era medio hijo de mi abuela Sofía, y las vacaciones de invierno de mi adolescencia las pasé en su casa de Montreal, donde finalmente falleció.
Cómo no recordarte tío querido?.
El autor es: Escritor, periodista y poeta
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